¿Unos días de relax?
Aprovechando este puente, estaba yo ilusionado aprovechando la coyuntura de así poder apaciguar mis airados ánimos y mi mala leche. Me equivoqué. Nada más llegar al punto de destino, pude sufrir en mis propias carnes los efectos de una práctica que en verano se agudiza con especial virulencia y que tiene nombre extranjero: overbooking.
El oberbooking consiste en vender más de lo que se tiene. Se aplica especialmente en aviones, donde el problema allí se agudiza a lo bestia. En Hoteles también sucede, pues siempre se venden más reservas que habitaciones, lo cual te encuentras o tirado en un aeropuerto o en medio de una ciudad sin sitio donde dejar tus cosas. Con lo que al final, te puedes quedar compuesto y sin vacaciones.
Mi odisea empezó cuando al llegar a mi destino me encuentro con que no hay plaza de hotel y me mejan en un hotel de 4 estrellas (quien lo diría! Yo en un hotel de 4 estrellas!) pero... eso sí tenía yo que hacer me cargo del sobrecoste. Así que. Como siempre, tuve que liarme la zaragozana a la cabeza, a más puro estilo Agustina de Aragón, porque de lo contrario... mis vacaciones iban a ser mi ruina. Por lo que llamé a la agencia de viajes y se lo dejé muy clarito... o arreglaban el asunto sin que me costara ningún euro más de lo ya pagado o de lo contrario...
Y es que con las vacaciones no se juega. Más porque si te pasas buena parte de año ahorrando, para ese momento que quieres que sea especial, luego esta desaprensiva práctica te las arruine en un minuto, no iba a consentirlo ni un momento.
Y es que eso, no soy el único afectado. Ya en varias ocasiones he podido ver en los informativos lo que ocurre en estos casos... gente desesperada, aguantando mecha, para que luego no pueda volver a su casas o su regreso sea un tormento. Y lo peor es cuando descubres que lo que te ponen en le folleto no se ajusta ni por asomo a lo que pone... ya ni te cuento!
Y por mucha directiva europea que penalice el overbooking, no se llega a ninguna parte. Además de que dicha ley solo se aplica en aviones, no en hoteles. Así que me parece que, o nos ponemos todos de acuerdo como en Fuente Ovejuna, para reclamar a quien sea que ponga a esto un poco de freno o cada vez la gente saldrá menos, porque para que te chafen las vacaciones... mis jefes para eso son unos artistas.
¡Ya está bien de engañar hombre! ¡que todavía me acuerdo de aquel verano en Almería donde aquel hotel que reservamos no tenía aire acondicionado y decía ser de 3 estrellas! Lo tengo clavado muy adentro. Aquel calor me agobió tanto que terminé hasta los mismísimos de todo... novia incluía (por aquel entonces).
Consejo: RECLAMAR, PROTESTAR, PATALEAR, PEDIR EL LIBRO DE RECLAMACIONES... DECIDLES A ESOS MEQUETREFES QUE ESTAIS HASTA LAS NARICES DE TENER QUE SOPORTAR ESTA CANTINELA TODOS LOS VERANOS, a ver si a alguien se le cae la jeta de vergüenza, por vender sol y playa cuando ni siquiera somos capaces de ofrecer unos servicios decentes para que cuando uno llega a su destino, pueda solo pensar en descansar. He dicho.
El oberbooking consiste en vender más de lo que se tiene. Se aplica especialmente en aviones, donde el problema allí se agudiza a lo bestia. En Hoteles también sucede, pues siempre se venden más reservas que habitaciones, lo cual te encuentras o tirado en un aeropuerto o en medio de una ciudad sin sitio donde dejar tus cosas. Con lo que al final, te puedes quedar compuesto y sin vacaciones.
Mi odisea empezó cuando al llegar a mi destino me encuentro con que no hay plaza de hotel y me mejan en un hotel de 4 estrellas (quien lo diría! Yo en un hotel de 4 estrellas!) pero... eso sí tenía yo que hacer me cargo del sobrecoste. Así que. Como siempre, tuve que liarme la zaragozana a la cabeza, a más puro estilo Agustina de Aragón, porque de lo contrario... mis vacaciones iban a ser mi ruina. Por lo que llamé a la agencia de viajes y se lo dejé muy clarito... o arreglaban el asunto sin que me costara ningún euro más de lo ya pagado o de lo contrario...
Y es que con las vacaciones no se juega. Más porque si te pasas buena parte de año ahorrando, para ese momento que quieres que sea especial, luego esta desaprensiva práctica te las arruine en un minuto, no iba a consentirlo ni un momento.
Y es que eso, no soy el único afectado. Ya en varias ocasiones he podido ver en los informativos lo que ocurre en estos casos... gente desesperada, aguantando mecha, para que luego no pueda volver a su casas o su regreso sea un tormento. Y lo peor es cuando descubres que lo que te ponen en le folleto no se ajusta ni por asomo a lo que pone... ya ni te cuento!
Y por mucha directiva europea que penalice el overbooking, no se llega a ninguna parte. Además de que dicha ley solo se aplica en aviones, no en hoteles. Así que me parece que, o nos ponemos todos de acuerdo como en Fuente Ovejuna, para reclamar a quien sea que ponga a esto un poco de freno o cada vez la gente saldrá menos, porque para que te chafen las vacaciones... mis jefes para eso son unos artistas.
¡Ya está bien de engañar hombre! ¡que todavía me acuerdo de aquel verano en Almería donde aquel hotel que reservamos no tenía aire acondicionado y decía ser de 3 estrellas! Lo tengo clavado muy adentro. Aquel calor me agobió tanto que terminé hasta los mismísimos de todo... novia incluía (por aquel entonces).
Consejo: RECLAMAR, PROTESTAR, PATALEAR, PEDIR EL LIBRO DE RECLAMACIONES... DECIDLES A ESOS MEQUETREFES QUE ESTAIS HASTA LAS NARICES DE TENER QUE SOPORTAR ESTA CANTINELA TODOS LOS VERANOS, a ver si a alguien se le cae la jeta de vergüenza, por vender sol y playa cuando ni siquiera somos capaces de ofrecer unos servicios decentes para que cuando uno llega a su destino, pueda solo pensar en descansar. He dicho.
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CAPITAN CALANDRAKA -